Rosquillas de Tere

Estamos en Carnaval, o Antroxu como se dice aquí, y en esta época del año las rosquillas son típicas pero, a mí estas en concreto me recuerdan las sobremesas en la cafetería de la escuela, cuando estudiaba en Madrid.

No, no aprendí a jugar al mus porque nunca fuí de pirar clases pero, el número de horas que pasabamos en la escuela entre clases y laboratorios nos obligaban a quedarnos a comer casi a diario y, ese momento de comida y sobremesa se llegó a convertir en lo mejor del día. Era genial comer con todos mis amigos y compartir anécdotas, manías y coletillas de profesores... Raro era el día en el que podía terminar de comer sin un ataque de risa. 

Un día, a una de estas sobremesas, mi amigo Laure nos trajo estas riquísimas rosquillas que le había hecho su madre Tere. Me encantaron y le pedí que por favor me consiguiera la receta. A la semana siguiente, allí la tenía explicada con todo detalle. 

Tiempo más tarde tuve la oportunidad de pasar por Calera, el pueblo de Laure, y conocer a Tere. Le agradezco muchísimo que me pasara la receta y que me haya permitido escribirla aquí. Sus rosquillas son esponjosas y blanditas, y tienen un delicioso sabor a naranja. Las mejores que he comido hasta ahora. 

RECETA

* Ingredientes para unas 20 rosquillas:

3 huevos
9 cucharadas soperas de aceite de oliva
piel de media naranja para aromatizar el aceite de oliva
9 cucharadas soperas de azúcar
9 cucharadas soperas de leche
ralladura de naranja
un sobre de levadura tipo Royal
harina (la que lleve para que quede una masa blandita)
aceite de girasol para freir las rosquillas
azúcar glass para rebozar las rosquillas

- Freir la piel de media naranja en las 9 cucharadas soperas de aceite de oliva hasta que esté doradita y sacar. Dejar que el aceite temple.

- Batir un poco los huevos e incorporar el aceite aromatizado, el azúcar, la leche y la ralladura de naranja.
- Añadir la harina que previamente habremos mezclado con la levadura. Debemos añadir harina hasta obtener una masa blandita y bastante pegajosa.
- Poner a calentar el aceite de girasol en un cazo o sarten bastante profundo con tres o cuatro dedos de aceite para que las rosquillas floten.
- Para formar las rosquillas, con las manos mojadas en agua o aceite, hacer dos bolitas pequeñas de masa y aplastarlas un poco formando dos tortitas y colocar una sobre la otra. Por último, agujerear con el dedo por la mitad de ambas tortitas y freir primero por un lado y luego por el otro hasta que estén doradas.
- Escurrir las rosquillas fritas en un plato con papel absorbente y rebozar en azúcar glass.

Aclaración

Como la masa es bastante pegajosa según vayamos formando las rosquillas las iremos friendo porque si las apoyamos en un plato se nos quedarán pegadas y deformarán. Además, para que sea más fácil es muy importante que nuestras manos estén bastante mojadas en agua o aceite.
Al dar la forma a las rosquillas como dos tortitas superpuestas a las que luego perforamos simultánemente lo que conseguimos es una especie de rosquilla doble que justo por su mitad tiene un entrante que facilita que al freir se haga más rápidamente.

Dificultad:

Baja

Tiempo de preparación:

5 minutos freir el aceite con la piel de naranja + 10 minutos enfriado aceite + 10 minutos preparación masa rosquillas + 30 minutos para freir las rosquillas. Total: casi una hora.

Puntuación: 9